El primer templo comenzó a construirse hace más de 1300 años
(¡ya ha llovido!), y el resto vendrían entre los tres o cuatro siglos posteriores. A causa de que los templos suelen ser todos muy parecidos y muy dispersos, el tema está
en que estos están unidos por una red de caminos y senderos que son una buena
oportunidad para patearlos y salir de la selva urbana y poder envolverse entre árboles,
algunos de hasta 500 años.
Sin embargo, llama mucho la atención la presencia bulliciosa
de personas visitantes, tanto de practicantes religiosos que no paran de hacer ofrendas y lanzar plegarias postrados ante imágenes mitológicas como de meros supersticiosos espontáneos que se conforman con encender su vara de incienso, hacer su rápida petición y aprovechar un paseo por el parque para hacer la excursión del día.
Desde bien temprano y a bajo cero, leyendo mantras escritas en sánscrito, y muy bien metido en lo suyo. |
Forma parte del relieve de una pared de 10 metros. |
El parque en sí, poco interesante y muy gratificante. |
Entre este tipo de infraestructuras y las nuevas carreteras adoquinadas que atraviesan
el parque cual Gran Muralla (desde lejos aparenta casi lo mismo) para que las
hordas de turistas disfruten de un paseo cómodo, se pierde la mitad del encanto
que podría haber conservado.
Aunque la mejor época para visitar el parque es en Otoño, cuando las hojas de los árboles se vuelven rojas, personalmente y como siempre, recomiendo ir a lugares como este en un día ventoso de cualquier época,
para poder tan siquiera tener una vista decente del panorama y ver la mega-ciudad al detalle, ya que la
continua “neblina” rompe todos los esquemas incluso del mejor fotógrafo.
Consejo extra: ¡Ideal para recorrerlo en bicicleta!
Como llegar:
- En metro:
-Linea 1
hasta Yuquan Road, y luego hacer transbordo en bus nº 389.
- En Bus:
No hay comentarios:
Publicar un comentario