Cuando se oye hablar de templos, al principio viene la idea de algo místico. Luego, conforme estos se van visitando se va perdiendo el interés hasta obtener la imagen de algo cansino y denso. Pero después de visitar el valle de Wutaishan, un templo adquiere el nivel de un museo de la ascética viviente.
En nuestra ruta de la China Imperial visitamos Wutaishan, que significa monte de las 5 terrazas o mesetas, y sobre las cuales se han ido emplazando templos dedicados al Budismo desde el siglo IV hasta hoy día, cada uno con su particularidad.
Lo sorprendente es que en este valle, entre templos y monasterios se pueden encontrar más de 50 recintos, algunos entre los más importantes de China. Si bien es cierto que con solo visitar unos cuantos es suficiente, es necesario saber acertar eligiendo los mejores. Aunque descubrir los templos casualmente suele ser más emocionante, sugiero a continuación algunos de ellos:
- Templo Pusa (菩萨顶): Este es de pago (5 RMB), no es espectacular, pero es un buen inicio para empezar una ruta de templos conforme se va bajando.
- Templo Dailuo (黛螺顶). En la loma del este. Lo mejor son las vistas del valle. Se puede subir en telecabina o por interminables escaleras, y luego bajar dando un paseo por senderos junto a las escaleras.
- Templo Shuxiang (殊像寺) Merece la pena. Tiene una capilla con unos decorados alucinantes a base de miniaturas mitológicas pintadas.
- Templo Nanchan (南禅寺) Está a las afueras y se llega en taxi. Es más tranquilo y tiene unas buenas vistas del valle. Aquí se encuentra el edificio de madera más antiguo de China.
Sin embargo, lo mejor es que los monasterios están en activo y se pueden presenciar las reuniones y ceremonias de los monjes, tal como lo vienen haciendo desde siglos atrás.
Aunque con menos actividad que los monasterios de Tongren o Xiahe, la importancia de este complejo religioso se refleja en los peregrinos que llegan desde todo el país para rezar y mostrar respeto y devoción en condiciones extremas. De hecho, el lugar es tan importante que, durante la revolución cultural, se salvó de la quema por la guardia roja gracias a la oposición de la población de toda la comarca.
Con todo esto, incluso si prescindimos de la visita a los templos, el entorno del valle da mucho juego para hacer rutas de senderismo o abstraernos con vistosos encuadres fotográficos.
Información para los visitantes
- Entrada: La entrada al valle cuesta: 145 RMB (2016). Luego hay templos gratis y templos que hay que pagar un plus por entrar.
Recomendaciones
- Cuanto más lejos del centro más baratos y más auténticos. El turismo les resta emoción.
- Evitar periodos estivales y fines de semana.
- En este lugar había una pequeña aldea que fue creciendo hasta convertirse en los últimos años en un pueblo-ciudad de 10 km de largo con cerca de 500.000 habitantes. Por tanto el lugar es barato para comer y dormir.
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