MUSEO NACIONAL DE CHINA

 El Museo Nacional de China, ubicado en la zona derecha de la plaza de Tiananmen de Beijing, es el resultado de la fusión de dos antiguos museos, el Museo de Historia y el de la Revolución China.

Este enorme edificio de más de 200.000 ㎡, hace un recorrido desde los orígenes arcaicos de China hasta la era de hoy con la conquista del espacio, haciendo hincapié en las desgracias Chinas por el expolio europeo, las masacres japonesas y el triunfo de la revolución.

Personalmente es recomendable tanto para los amantes de las piezas de artes como para los amantes de la historia  (ese soy yo), más por su presentación cronológica a lo largo de las salas que por la importancia de sus piezas (exceptuando algún guerrero de Terracota, o trajes y enseres de emperadores). Me quedé con la réplica de uno de los barcos del famoso navegante Chino "Zheng He", famoso por sus expediciones por el mundo en flotas de hasta 30.000 tripulantes!!, y que para la época estas embarcaciones eran muchísimos más grandes que las europeas (tres veces más grande que una carabela).

Modelo de embarcación de la flota de Zheng He

Hay una sala en la que se se exponen los regalos de cortesía de los mandatarios mundiales que han visitado a los diferentes presidentes Chinos desde la apertura al mundo. Hay verdaderas joyas de arte de todos los países, aunque yo tan solo he recogido las que ha cedido nuestro humilde gobierno, opiniones aparte. Como esta porcelana del Quijote que regaló Rodrigo Rato al Vicepresidente Li Lanqing en 1998.

 
Estos grabados quijotescos fueron ofrecidos por Aznar en Junio de 2000 a su homólogo Chino, Jian Zeming, el mismo al que desde hace unos días, el juez Español, Ismael Moreno, ha decretado una orden de búsqueda y captura por genocidio en el Tíbet.

Y este maravilloso modelo de carabela en plata, fue entregado por el Rey Don Juan Carlos en Noviembre de 1984 a Li Xianian, Presidente de la República y uno de los 8 inmortales del Partido Comunista Chino.

Después, el museo continúa por diversas galerías de arte en las que se exaltan, tanto los principales monumentos nacionales, como el sufrimiento y la fortaleza del pueblo Chino. Como por ejemplo esta pared de más de 20 metros en relieve con un material parecido a la arcilla.

También encontré cuadros de reciente creación que recrean momentos destacables de la historia china. Este tipo de cuadros me encantan aunque no tengan ningún valor más allá del trabajo del artista. Rescaté una representación de la corte del salón del trono del emperador y otra de la masacre de Lüshun (otra más de todas las que ha sufrido el pueblo Chino por parte de los Japoneses).

 

Por supuesto a destacar entre las piezas más demandadas, un micrófono. El mismo con el cual Mao Zedong pronunció un 1 de octubre de 1949 su famoso discurso de la creación de la República Popular China desde el balcón de la puerta de Tiananmen.

 

No había ninguna piedra de la Rossetta, ninguna momia ni ninguna Mona Lisa, pero el paseo ha sido agradable, interesante, didáctico y pude disfrutar de una perspectiva estupenda de la plaza más grande del mundo.